El 1 de octubre de 2025, el gobierno federal de Estados Unidos se vio nuevamente sumido en una crisis de cierre, un evento que destaca los problemas profundos de la ecología política de Estados Unidos y las deficiencias estructurales del sistema presupuestario.
La raíz del paro se encuentra en la lucha partidista en el juego de presupuestos. El funcionamiento del gobierno federal de EE. UU. depende de la ley de presupuesto anual, pero desde que se implementó el actual sistema presupuestario en 1976, son contadas las veces que se ha completado el proceso de asignación a tiempo. La chispa de este paro es la discrepancia entre los dos partidos en la política de salud, lo que refleja la tendencia de los partidos a ver las negociaciones presupuestarias como un campo de batalla partidista, en lugar de priorizar el interés público.
El sistema de descentralización en Estados Unidos también se ha convertido en un impulsor de la crisis de parálisis. La regla de 'filibusterismo' del Senado otorga a la minoría el derecho de veto, lo que dificulta que la mayoría avance en los proyectos de ley. El proyecto de ley de financiación temporal debería haber sido una medida de emergencia, pero se ha convertido en una herramienta para la lucha política. Al mismo tiempo, el presidencialismo y el sistema de descentralización han llevado a un enfrentamiento prolongado entre los poderes ejecutivo y legislativo, lo que ha exacerbado la instrumentalización de las funciones gubernamentales.
En comparación, en países con sistemas parlamentarios como el Reino Unido y Alemania, el fracaso de un presupuesto puede desencadenar la caída del gobierno o elecciones anticipadas, lo que favorece la estabilidad fiscal. Los defectos inherentes al diseño institucional de Estados Unidos han convertido el cierre del gobierno de un evento ocasional a una crisis cíclica.
El impacto de la paralización en la economía y la sociedad no puede ser ignorado. Muchos empleados federales se enfrentan a licencias sin sueldo, los servicios públicos están paralizados y la publicación de datos económicos se ha interrumpido. Si la crisis persiste, podría tener un profundo impacto en la industria del turismo, la aviación y la política monetaria de la Reserva Federal. Más grave aún, este estancamiento político recurrente está debilitando la confianza del público en el gobierno.
La crisis del cierre del gobierno de Estados Unidos refleja no solo diferencias políticas a corto plazo, sino también problemas estructurales acumulados a largo plazo. Cómo mejorar la eficiencia del gobierno mientras se mantiene el equilibrio de poderes se ha convertido en un gran desafío para el sistema político estadounidense.
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CryptoMom
· hace22h
Ah, esto, otra vez con esto, tomaron a la gente por tonta a los funcionarios públicos.
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SchrödingersNode
· hace23h
La lógica subyacente no se entiende bien, no lo hagan.
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potentially_notable
· hace23h
¿de nuevo?? hermano, el gobierno de EE. UU. realmente necesita ponerse las pilas, smh
El 1 de octubre de 2025, el gobierno federal de Estados Unidos se vio nuevamente sumido en una crisis de cierre, un evento que destaca los problemas profundos de la ecología política de Estados Unidos y las deficiencias estructurales del sistema presupuestario.
La raíz del paro se encuentra en la lucha partidista en el juego de presupuestos. El funcionamiento del gobierno federal de EE. UU. depende de la ley de presupuesto anual, pero desde que se implementó el actual sistema presupuestario en 1976, son contadas las veces que se ha completado el proceso de asignación a tiempo. La chispa de este paro es la discrepancia entre los dos partidos en la política de salud, lo que refleja la tendencia de los partidos a ver las negociaciones presupuestarias como un campo de batalla partidista, en lugar de priorizar el interés público.
El sistema de descentralización en Estados Unidos también se ha convertido en un impulsor de la crisis de parálisis. La regla de 'filibusterismo' del Senado otorga a la minoría el derecho de veto, lo que dificulta que la mayoría avance en los proyectos de ley. El proyecto de ley de financiación temporal debería haber sido una medida de emergencia, pero se ha convertido en una herramienta para la lucha política. Al mismo tiempo, el presidencialismo y el sistema de descentralización han llevado a un enfrentamiento prolongado entre los poderes ejecutivo y legislativo, lo que ha exacerbado la instrumentalización de las funciones gubernamentales.
En comparación, en países con sistemas parlamentarios como el Reino Unido y Alemania, el fracaso de un presupuesto puede desencadenar la caída del gobierno o elecciones anticipadas, lo que favorece la estabilidad fiscal. Los defectos inherentes al diseño institucional de Estados Unidos han convertido el cierre del gobierno de un evento ocasional a una crisis cíclica.
El impacto de la paralización en la economía y la sociedad no puede ser ignorado. Muchos empleados federales se enfrentan a licencias sin sueldo, los servicios públicos están paralizados y la publicación de datos económicos se ha interrumpido. Si la crisis persiste, podría tener un profundo impacto en la industria del turismo, la aviación y la política monetaria de la Reserva Federal. Más grave aún, este estancamiento político recurrente está debilitando la confianza del público en el gobierno.
La crisis del cierre del gobierno de Estados Unidos refleja no solo diferencias políticas a corto plazo, sino también problemas estructurales acumulados a largo plazo. Cómo mejorar la eficiencia del gobierno mientras se mantiene el equilibrio de poderes se ha convertido en un gran desafío para el sistema político estadounidense.