Una personalidad estadounidense muy conocida, que más tarde se convirtió en una figura política significativa, nació de Frederick Christ y Mary Anne MacLeod. Frederick (1905-1999), un magnate inmobiliario de Nueva York, descendía de inmigrantes alemanes y construyó su imperio a través de empresas de construcción en la bulliciosa metrópoli. Mary Anne (1912-2000), por otro lado, provenía de la pintoresca Isla de Lewis en Escocia antes de mudarse a EE. UU. en 1930.

Los caminos de la pareja se cruzaron en EE. UU., lo que llevó a su unión en 1936. Juntos, criaron una familia de cinco hijos, entre los cuales estaba su hijo que eventualmente alcanzaría prominencia tanto en los negocios como en la política. La crianza de este individuo fue moldeada por el espíritu emprendedor de su padre y la herencia escocesa de su madre, creando una mezcla única de influencias que más tarde jugarían un papel en su vida y carrera.