El par EUR/CHF está ganando compradores por segundo día consecutivo. Hoy jueves. El cruce ronda los 1,07 durante la sesión europea. Parece que los inversores están reaccionando a una mezcla de datos: inflación suiza suave y ventas minoristas europeas flojas. Las perspectivas monetarias se están reconsiderando.
La inflación suiza se quedó en 0,2% interanual en agosto. Sin sorpresas. Pero mensualmente cayó 0,1%, peor de lo esperado. El panorama desinflacionario es bastante claro. El BNS lleva tiempo lidiando con esto. Los mercados especulan. Quizás los responsables políticos suizos adoptarán una postura más flexible si la economía nacional se debilita más.
En la Eurozona, las cosas no van mucho mejor. Las ventas minoristas de julio se contrajeron 0,5% mensual. Peor que el -0,2% esperado. Un giro notable después del +0,6% de junio. Anualmente subieron 2,2%, pero menos que el pronóstico y con clara desaceleración. Bajaron alimentos y combustibles. Los productos no alimentarios apenas crecieron.
Para el BNS, estos datos de inflación son problemáticos. La presión de precios sigue siendo débil, no es ningún secreto. Ya tienen su tasa en cero desde junio. El BCE enfrenta algo diferente. Su inflación subió a 2,1% en agosto, con una subyacente del 2,3%. Y ahora las ventas muestran debilidad. No está del todo claro cómo manejarán esta contradicción.
El desempleo suizo se mantiene en 2,9%. Estable. El mercado laboral aguanta bien, a pesar de la moderación en precios. En la Eurozona, mañana viernes todos mirarán los datos del segundo trimestre. Se espera un pequeño aumento en empleo y un crecimiento del PIB bastante discreto.
El tipo actual del franco suizo frente al euro ronda 1,07. Ha tenido algo de volatilidad últimamente. Los inversores están al acecho. Cualquier dato económico nuevo podría cambiar el juego para ambos bancos centrales.
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EUR/CHF sube mientras la inflación suiza sigue baja y las ventas de la Eurozona decepcionan
El par EUR/CHF está ganando compradores por segundo día consecutivo. Hoy jueves. El cruce ronda los 1,07 durante la sesión europea. Parece que los inversores están reaccionando a una mezcla de datos: inflación suiza suave y ventas minoristas europeas flojas. Las perspectivas monetarias se están reconsiderando.
La inflación suiza se quedó en 0,2% interanual en agosto. Sin sorpresas. Pero mensualmente cayó 0,1%, peor de lo esperado. El panorama desinflacionario es bastante claro. El BNS lleva tiempo lidiando con esto. Los mercados especulan. Quizás los responsables políticos suizos adoptarán una postura más flexible si la economía nacional se debilita más.
En la Eurozona, las cosas no van mucho mejor. Las ventas minoristas de julio se contrajeron 0,5% mensual. Peor que el -0,2% esperado. Un giro notable después del +0,6% de junio. Anualmente subieron 2,2%, pero menos que el pronóstico y con clara desaceleración. Bajaron alimentos y combustibles. Los productos no alimentarios apenas crecieron.
Para el BNS, estos datos de inflación son problemáticos. La presión de precios sigue siendo débil, no es ningún secreto. Ya tienen su tasa en cero desde junio. El BCE enfrenta algo diferente. Su inflación subió a 2,1% en agosto, con una subyacente del 2,3%. Y ahora las ventas muestran debilidad. No está del todo claro cómo manejarán esta contradicción.
El desempleo suizo se mantiene en 2,9%. Estable. El mercado laboral aguanta bien, a pesar de la moderación en precios. En la Eurozona, mañana viernes todos mirarán los datos del segundo trimestre. Se espera un pequeño aumento en empleo y un crecimiento del PIB bastante discreto.
El tipo actual del franco suizo frente al euro ronda 1,07. Ha tenido algo de volatilidad últimamente. Los inversores están al acecho. Cualquier dato económico nuevo podría cambiar el juego para ambos bancos centrales.