El euro se debilita mientras el dólar estadounidense se fortalece tras datos laborales mixtos y ventas minoristas europeas flojas

¡Qué fastidio ver al euro perder terreno otra vez! Estoy viendo cómo mi EUR/USD se desliza cerca de 1.1645 al inicio de la sesión americana y francamente, no me sorprende. El dólar siempre encuentra alguna excusa para recuperarse, esta vez gracias a datos laborales estadounidenses que ni siquiera son tan buenos.

Los datos de empleo privado ADP mostraron apenas 54.000 nuevos puestos en agosto, por debajo de los 65.000 esperados y muy lejos de los 106.000 revisados de julio. Las solicitudes semanales de desempleo también subieron a 237.000 desde 229.000. ¡Y aun así el dólar se fortalece! Es ridículo cómo el mercado interpreta estas señales contradictorias.

Mientras tanto en Europa, las ventas minoristas de julio cayeron un 0,5% mensual, peor que el -0,2% pronosticado. Claro, esto no ayuda nada a nuestra querida moneda europea, que ya tiene bastantes problemas con un BCE que parece más preocupado por la inflación que por el crecimiento económico estancado.

El índice del dólar (DXY) ronda los 98,30, recuperándose parcialmente de las pérdidas del miércoles. Lleva semanas moviéndose en un rango estrecho, como si los inversores estuvieran paralizados esperando el informe de nóminas del viernes. Típico comportamiento de manada.

Lo que realmente me molesta es cómo el mercado ignora los datos de productividad estadounidense. La productividad del segundo trimestre se revisó al alza al 3,3% desde el 2,4%, y los costes laborales se moderaron al 1,0% frente al 1,6% esperado. Esto debería ser positivo para el euro, ya que sugiere menos presiones inflacionarias en EEUU, ¡pero no! El dólar sigue ganando.

Ahora todos pendientes de los PMI de servicios de EEUU. Se espera que el PMI compuesto y de servicios de S&P Global se mantenga en 55,4 y que el ISM mejore ligeramente a 51,0 desde 50,1. Si los datos salen bien, seguro que el dólar sube más; si salen mal, probablemente lo interpreten como "no tan malo" y el dólar subirá de todas formas.

La tabla de cambios porcentuales muestra que el euro fue más fuerte contra el dólar australiano, pero eso no me consuela. Esta montaña rusa de divisas me está cansando, y tengo la sensación de que el informe de nóminas de mañana sólo traerá más volatilidad sin una dirección clara.