A menudo llamado el santo grial de la criptografía, FHE es el objetivo final para aportar confidencialidad a la blockchain.

→ FHE es componible.
La característica de composabilidad de FHE permite una confidencialidad de extremo a extremo y una privacidad programable en la cadena sin sacrificar la interoperabilidad. Esto permite una integración fluida entre diferentes protocolos y aplicaciones de blockchain mientras se mantiene la protección de datos.

→ FHE es resistente a la cuántica.
Los esquemas de FHE basados en suposiciones de dureza en rejillas son inherentemente resilientes a la computación cuántica, manteniendo su seguridad incluso frente a adversarios equipados con computadoras cuánticas. Esta base criptográfica a prueba de futuro asegura la protección a largo plazo de datos sensibles.

→ FHE es verificable públicamente.
FHE permite a cualquiera verificar cálculos encriptados sin ver los datos subyacentes. Esta verificación sin confianza combina la confidencialidad con la transparencia, lo que la hace ideal para sistemas descentralizados donde la auditabilidad es importante.

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