Durante más de una década, las criptomonedas nos prometieron libertad financiera, propiedad y acceso sin permisos. Pero esas promesas siempre se encontraron con la misma pared de la regulación. Durante años, la mayoría de las instituciones del mundo real trataron las criptomonedas como un juguete especulativo. Vimos ciclos de exageración, auge en el comercio y algunas liquidaciones de miles de millones de dólares... pero la utilidad real permaneció fuera de alcance.
Hasta ahora.
En 2025, algo cambió. Los gobiernos comenzaron a integrar la infraestructura blockchain. Las instituciones empezaron
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